Riesgo de Tasa de Interés - Una Mirada Rápida En la Actividad de Ahorro y Crédito en Colombia
- Marco Luis Reyes Puerta
- 1 nov 2021
- 6 Min. de lectura
La actividad financiera pura, entendida cómo la captación de recursos a través de depósitos y su colocación en cartera, está expuesta a múltiples riesgos financieros como son los riesgos de crédito, liquidez, operativo, lavado de activos y reputacional. Pero existe otro riesgo del cual no se habla mucho pero que puede tener una incidencia importante en la viabilidad financiera de las organizaciones que captan recursos: el riesgo de tasa de interés.
Cómo todo riesgo, el de tasa de interés, tiene incluido en su definición el concepto de probabilidad (frecuencia) e impacto (severidad). En este caso, cuando lo analizamos en torno a la actividad de ahorro y crédito, la definición de riesgo de tasa de interés correspondería a la probabilidad de incurrir en una pérdida en valor de las posiciones activas (cartera e inversiones) y de aumento en el costo en las posiciones pasivas (depósitos y obligaciones financieras), por efecto del movimiento adverso en las tasas de interés de mercado, y por su correspondiente impacto sobre el margen financiero.
Antes de continuar conviene aclarar cómo se calcula el margen financiero, que corresponde a la diferencia entre los ingresos financieros y los costos del fondeo.
Ingresos financieros = Saldo de Cartera Productiva X Tasa de interés activa
Costos del Fondeo = Saldo del Fondeo X Tasa de Interés Pasiva
Margen Financiero = Ingresos Financiero – Costos Financiero

Nótese, que el monto del margen financiero dependerá en el futuro de la estructura financiera, la calidad del activo, y el diferencial entre las tasas de interés activas y pasivas. Así mismo, depende de la sensibilidad de la cartera y los depósitos ante cambios en los precios (o las tasas de interés).
El riesgo de tasa de interés adicionalmente hay que analizar desde dos ópticas: Una el descalce de tasa entre las posiciones activas y pasivas, y la segunda, desde la velocidad en la que se pueden cambiar las tasas tanto en el activo como en el pasivo. Dos ejemplos de lo anterior serían:
Si tengo colocada la cartera a tasa variable y me financió a tasa variable (ambas en la misma tasa de referencia), los cambios que se produzcan en las tasas se van a ver reflejados tanto en los ingresos como en los costos. Es factible que se presente un efecto sobre el margen financiero, el cual dependerá del diferente grado de ajuste entre las tasas activas y pasivas, y de la estructura financiera; pero se puede pensar que en este caso el riesgo de tasa de interés estaría calzado. (El análisis aplica para DTF, IBR, IPC)
Si tengo la cartera colocada la cartera a tasa fija y los depósitos a tasa fija, el efecto sobre el margen ante cambios en los comportamientos en las tasas es mucho más incierto; ya que, para cambiar las tasas de la cartera o la de los depósitos, debo esperar a que el deudor cancele la totalidad del crédito o se redima el depósito, en su orden, y cómo todos sabemos las velocidades de ajuste teóricas son muy diferentes. Las tasas fijas tienen una ventaja frente a las tasas variables y es que se tiene mayor certidumbre sobre el comportamiento futuro de los intereses recibidos y pagados.
En este caso, en un escenario alcista de las tasas de mercado la entidad se vería expuesta a una pérdida, ya que el costo del pasivo que esta al alza se reajusta mucho más rápido que la rentabilidad del activo. Por el contrario, en un escenario a la baja, es probable que se genere un efecto positivo en el margen. En cada caso la velocidad de ajuste también dependerá de la decisión del deudor y del depositante de mantener sus obligaciones o ahorros a las nuevas condiciones de cartelera de la organización; pero se puede pensar que en este caso el riesgo de tasa de interés estaría descalzado.
En el intermedio existen entidades que tienen su cartera (o gran parte de ella) a tasa fija y el pasivo a tasa variable, o lo contrario. En cada caso, se requerirá de un análisis particular para definir el efecto sobre el margen financiero y a su vez dependerá del ciclo económico en que se encuentren las tasas de interés.
Existe también la pérdida de mercado o la pérdida económica. Este se presenta cuando las tasas suben y la entidad no puedo recolocar la cartera a las nuevas tasas (es decir, que se podrían estar generando más ingresos de los actuales) o cuando la tasas bajan y la entidad se demora en recomponer el costo del pasivo (es decir, que se podrían estar pagando menos intereses de los que se están pagando actualmente).
La gestión del riesgo de tasas de interés es un tema complejo ya que depende de factores exógenos a la entidad como el comportamiento de los mercados y la alta competitividad en precio de los mercados de crédito y ahorro. Así mismo, existe la precondición del alto descalce de plazos que tiene la actividad financiera. Pero como todos los riesgos la gestión debe tener: identificación, medición y seguimiento, y control.
La identificación ya fue relativamente expuesta. Hay que revisar la composición por tipos de tasas de interés de los portafolios de cartera y de las inversiones, y de los depósitos y las obligaciones financieras, establecer la coyuntura de mercado de las tasas. Claramente entre mayor sea el endeudamiento de una firma mayor será su exposición al riesgo de tasa de interés.
La tarea de medición y seguimiento se puede hacer a través de un ejercicio de maduración por bandas de tiempo como el de brecha de liquidez, pero en este caso mirando cómo se maduran los ingresos y costos, y cual es efecto sobre el margen financiero de los movimientos esperados sobre las tasas de interés. Puede ser un ejercicio estático madurando únicamente las posiciones de balance o dinámico involucrando las expectativas de comportamiento de la demanda de crédito, la oferta de depósitos y los cambios en la posición de liquidez.
Hay que tener identificada la fase del ciclo en la que se encuentra la tasa de interés. En el largo plazo, los mercados tienen etapas de crecimiento y contracción, y esto claramente define el comportamiento de la tasa de interés y obviamente no es la misma política cuando se tienen expectativas de alza que a la baja.
El control, es un poco más difícil de precisar en un artículo corto. No obstante, dependerá de cinco elementos principales: 1) la planeación estratégica de la organización; 2) la capacidad de su nicho de mercado para ajustarse a nuevas condiciones financieras de los productos; 3) la capacidad tecnológica para manejar diferentes condiciones financieras; 4) la política de entregar beneficios a los asociados y, 5) el tamaño del descalce de plazos y la estructura financiera. No obstante, de manera general se podría decir lo siguiente:
Identificar los mercados en los que se opera. Algunas tasas tienen comportamientos mucho más volatiles e impredecibles en el corto y mediano plazo. Estos mercados requieren de mayor atención.
Buscar colocar parte de la cartera a tasa variable. Esto compensaría rápidamente los cambios que se produzcan en las tasas pasivas de menor plazo, como son el ahorro ordinario y los CDATS, y habría que tener en cuenta que las obligaciones financieras normalmente son a tasa variable.
Los esquemas de seguimiento al riesgo deben revelar de forma anticipada los ajustes que se debe hacer en las tasas de las nuevas colocaciones y captaciones.
Dado que los excesos de liquidez normalmente están fondeados con pasivo con costo, es conveniente controlar los excesos de liquidez, en especial cuando las tasas de mercado van al alza. En este caso, sería razonable optimizar el uso de los recursos ociosos y de manera complementaria tratar de colocarlos rápidamente en cartera.
Mantener estructuras financieras o patrimoniales robustas. Esta observación es aplicable en gran medida a las entidades del subsector solidario en Colombia, ya que el capital tiene un costo reducido, y esto implica que una parte importante de la actividad financiera esta fondeada con recursos de carácter permanentes y de bajo costo.
Definir políticas dentro de las cuales pueda operar la administración para corregir rápidamente los riesgos identificados y establecer niveles de alarma (en indicadores claves) que disparen estrategias complementarias. El objetivo cuidar los excedentes.
En la actualidad, en el sistema financiero colombiano aún persisten excesos importantes de liquidez, no obstante, algunos productos de crédito, en algunos segmentos de deudores y algunos intermediarios, han comenzado a presionar al alza las tasas activas, y por otra parte, el comportamiento creciente de la inflación y su expectativa de corto plazo, advierten aumentos posteriores y con algo de rezago en las tasas pasivas.
El efecto en cada organización dependerá de las características de sus portafolios de cartera y depósitos, si tiene o requiere obligaciones financieras, y de la capacidad de ajustarse a las nuevas condiciones de mercado. Lo que se puede advertir es, qué si las tasas activas continúan subiendo, que es probable que parte de la cartera colocada a tasa fija se quede a tasas más bajas (de las nuevas de mercado), mientras que por la mayor velocidad de reprecio el costo del fondeo suba mucho más rápido estrechando el margen de intermediación de tasas de interés y se genere una potencial disminución del margen financiero.
Por lo tanto, VCR Group recomienda analizar cómo este comportamiento esperado en las tasas de interés puede afectar a su organización en el corto y mediano plazo. El efecto hay que valorarlo con una herramienta dinámica de prospección que permita responderle a la administración preguntas cómo ¿Qué pasa si?, ¿Qué pasa si no logro ajustar las tasas de colocación?, ¿Qué pasa si aumenta la demanda de crédito y requiero fondearme con obligaciones financieras? ¿Qué pasa si no logro controlar el aumento del fondeo? ¿Qué pasa si saca una nueva línea de crédito a tasa fija?
En VCR Group estaremos atentos para asesorarlos.
Marco Luis Reyes Puerta
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